
Manifestamos, también, que no tendrían mucho que celebrar cuando se encuentran lejos de su núcleo familiar (padres, hermanos, parejas, hijos, etc.) además de estar sufriendo muchos de ellos, carencias, discriminación y exclusiones.

Pero hoy, a unos cuantos días de que concluya el presente año, la situación económica en Estados Unidos, principal país receptor de nuestros migrantes ha cambiado como todos estamos enterados, lo que ha provocado, inicialmente, el despido de miles de empleados de las grandes factorías y con ello, en el caso de nuestros connacionales, incertidumbre en cuanto a su futuro económico, lo cual repercutirá en la imposibilidad de remitir la remesa mensual a su familia y que en suma son millones de dólares que periódicamente llegan a nuestro país. Pero si a lo anterior se le agrega la situación ilegal en que se encuentran nuestros paisanos, su estancia en Estados Unidos se complica más y los hace pensar en un retorno a veces deseado y en otras rechazado, es más ni tan siquiera vislumbrado como una posibilidad.

Hoy, al momento de tomar la decisión de retornar, el migrante mexicano como cualquier otro se enfrenta a la incertidumbre que le espera a la llegada al entorno social, económico y político del que partió hace un año o varios, por que el migrante por corta que haya sido su estancia en Estados Unidos ha cambiado: su lengua, su modo de vida, sus costumbres, su visión de la vida, su ropa, la perspectiva que tiene del núcleo familiar al que pertenece, la dimensión con que ubica al grupo social del que surgió no son los mismos. En suma, no es el mismo que partió hace algunos meses o años a buscar mejores fuentes de empleo y una mejor vida y mayores recursos para su familia. Hoy el dilema no es partir, el dilema es retornar, regresar, enfrentarse nuevamente al escenario del que salió y que acaso cabría decir abandonó.

Por otra parte, autoridades federales y estatales han manifestado estar preparados para el retorno de miles de migrantes, aunque no ha quedado claro si con miles de empleos, políticas públicas o programas específicos, pues las remesas que mensualmente llegaban hasta hace poco han disminuido de manera vertiginosa.
También, así como los núcleos familiares y las comunidades sufrieron el impacto

Pero en fin, estemos atentos con motivo del próximo Dia Internacional del Migrante este jueves 18 de diciembre, de cómo serán recibidos por las autoridades y cómo por sus familias y grupos sociales.
*Te invitamos a que visites el menú emergente "Perspectivas de la migración", en el que encontrarás artículos relacionados con el Día Internacional del Migrante.
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