Mensaje del Sr. Koichiro Matsuura,
Director General de la UNESCO,
con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna
21 de febrero de 2009
Al cumplirse los 12 meses de celebraciones dedicadas al Año Internacional de los Idiomas, esta nueva edición del Día Internacional de la Lengua Materna, el 21 de febrero de 2009, nos permite iniciar una nueva etapa de reflexión y evaluación.
Diez años después de que, a propuesta de Bangladesh, la Conferencia General de la UNESCO proclamara el Día Internacional de la Lengua Materna, ¿cuál es el balance?
Hay un hecho inobjetable. Tras poner de relieve que cada comunidad debía reconocer la importancia de su propia lengua materna, el Día Internacional orientó paulatinamente la atención de la comunidad mundial hacia las bases de la diversidad lingüística y el plurilingüismo. Además, se hizo evidente que los idiomas, que conforman la identidad de las personas y los pueblos, son también un factor esencial para alcanzar los objetivos de la Educación para Todos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Un número creciente de agentes cada vez más diversos, provenientes de organismos gubernamentales y la sociedad civil, reconocen hoy que la lenguas son un elemento fundamental de todas las manifestaciones de nuestra vida social, económica y cultural. Los vínculos entre la educación plurilingüe (que incluye a la lengua materna, la nacional y un idioma de uso internacional), la Educación para Todos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, constituyen ahora los pilares de toda estrategia al servicio del desarrollo sostenible.
Albergamos la esperanza de que gracias al impulso de la campaña de comunicación realizada por la UNESCO con motivo del Año Internacional de los Idiomas 2008, se obtendrán resultados concretos en pro del uso de las lenguas maternas y del plurilingüismo, y que esas metas seguirán ocupando un lugar central en la acción de los gobiernos y de los organismos de cooperación.
Más allá del interés que ha suscitado el Año Internacional de los Idiomas y los centenares de proyectos de fomento de las lenguas iniciados en 2008, se llevará a cabo en los próximos meses una evaluación de sus repercusiones, a fin de medir qué importancia tienen los idiomas para el desarrollo, la paz y la cohesión social.
En ese contexto, con motivo de la décima edición del Día Internacional de la Lengua Materna, hago un llamamiento para que las numerosas declaraciones e iniciativas anunciadas durante el año 2008 se traduzcan en medidas concretas y duraderas.
En particular, hago votos porque los gobiernos apliquen, tanto en sus respectivos sistemas educativos formales y no formales como en el marco de la administración pública, medidas destinadas a propiciar la coexistencia armoniosa y fructífera de las lenguas de cada país. De ese modo podremos preservar y promover contextos plurilingües respetuosos de todas las expresiones de la diversidad cultural.
Koichiro Matsuura
Director General de la UNESCO,
con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna
21 de febrero de 2009
Al cumplirse los 12 meses de celebraciones dedicadas al Año Internacional de los Idiomas, esta nueva edición del Día Internacional de la Lengua Materna, el 21 de febrero de 2009, nos permite iniciar una nueva etapa de reflexión y evaluación.
Diez años después de que, a propuesta de Bangladesh, la Conferencia General de la UNESCO proclamara el Día Internacional de la Lengua Materna, ¿cuál es el balance?
Hay un hecho inobjetable. Tras poner de relieve que cada comunidad debía reconocer la importancia de su propia lengua materna, el Día Internacional orientó paulatinamente la atención de la comunidad mundial hacia las bases de la diversidad lingüística y el plurilingüismo. Además, se hizo evidente que los idiomas, que conforman la identidad de las personas y los pueblos, son también un factor esencial para alcanzar los objetivos de la Educación para Todos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Un número creciente de agentes cada vez más diversos, provenientes de organismos gubernamentales y la sociedad civil, reconocen hoy que la lenguas son un elemento fundamental de todas las manifestaciones de nuestra vida social, económica y cultural. Los vínculos entre la educación plurilingüe (que incluye a la lengua materna, la nacional y un idioma de uso internacional), la Educación para Todos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, constituyen ahora los pilares de toda estrategia al servicio del desarrollo sostenible.
Albergamos la esperanza de que gracias al impulso de la campaña de comunicación realizada por la UNESCO con motivo del Año Internacional de los Idiomas 2008, se obtendrán resultados concretos en pro del uso de las lenguas maternas y del plurilingüismo, y que esas metas seguirán ocupando un lugar central en la acción de los gobiernos y de los organismos de cooperación.
Más allá del interés que ha suscitado el Año Internacional de los Idiomas y los centenares de proyectos de fomento de las lenguas iniciados en 2008, se llevará a cabo en los próximos meses una evaluación de sus repercusiones, a fin de medir qué importancia tienen los idiomas para el desarrollo, la paz y la cohesión social.
En ese contexto, con motivo de la décima edición del Día Internacional de la Lengua Materna, hago un llamamiento para que las numerosas declaraciones e iniciativas anunciadas durante el año 2008 se traduzcan en medidas concretas y duraderas.
En particular, hago votos porque los gobiernos apliquen, tanto en sus respectivos sistemas educativos formales y no formales como en el marco de la administración pública, medidas destinadas a propiciar la coexistencia armoniosa y fructífera de las lenguas de cada país. De ese modo podremos preservar y promover contextos plurilingües respetuosos de todas las expresiones de la diversidad cultural.
Koichiro Matsuura
0 comentarios:
Publicar un comentario