
Lo anterior es manifestado por Koichiro Matsuura, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en el prefacio del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo(EPT) 2008, recientemente publicado y que contiene datos que si por un lado nos alientan, por otro señalan de manera cruda el rezago en este programa instrumentado por la UNESCO dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para el 2015 y que partió del Foro Mundial sobre la Educación de Dakar (Senegal) en 2000, donde lo adoptaron 164 gobiernos y organizaciones asociadas del mundo entero.
Entre los primeros datos se encuentra el relativo a que el número de niños escolarizados en la enseñanza primaria se amplió de 647 a 688 millones entre 1999 y 2005. En estas cifras resaltan el dato relativo a que en África Subsahariana aumentó el número de infantes que asisten a la escuela en un 36% y en Asia Meridional y Occidental en un 22%. Lo anterior nos hace percibir que el número de niños sin escolarizar ha disminuido y el ritmo de esta disminución se ha acelerado a partir de 2002.
A diferencia de lo anterior, aparecen tres datos desalentadores, entre otros. El primero se refiere a que el objetivo de la paridad entre los sexos no se ha alcanzado. Los datos de que se disponían hasta 2005 indicaban que únicamente un tercio aproximadamente de los países alcanzaron ese objetivo en la enseñanza primaria y secundaria, pero desde 1999 únicamente tres países más lograron el objetivo en esos dos niveles de enseñanza y 17 más lo consiguieron en primaria y otros 19 en secundaria.
El segundo dato que nos desalienta, pues toca a nuestras puertas, es que las políticas de educación siguen prestando una atención mínima al analfabetismo. El panorama a nivel mundial en este aspecto es oprobioso, ya que uno de cada cinco adultos y una de cada cuatro mujeres permanecen en la ignorancia y al margen de la sociedad por carecer de las capacidades de la lectura y la escritura.

El Informe plantea una serie de recomendaciones para lograr la EPT en 2015 como parte de los ODM, entre los cuales resaltan el establecimiento a nivel mundial de prioridades que cada gobierno nacional deberán adaptar a las circunstancias específicas de sus condiciones. Entre éstas recomendaciones resaltan dos:
La EPT deberá seguir siendo considerada como una prioridad a nivel mundial, nacional y regional, aún cuando se haya dado el surgimiento de otros problemas nuevos o paralelos como lo es la salud pública o el cambio climático. Dentro de esta recomendación se incluye el señalamiento de enfocar los esfuerzos hacia la consecución de la EPT en su totalidad y no únicamente de Enseñanza Primaria Universal (EPU), pues en muchas ocasiones solamente es considerada esta última y no la primera de manera completa.
El Informe señala como otra recomendación el diseño de políticas públicas y no de programas o acciones aislados cuyo impacto es menor y no integral.
Ante el panorama presentado en este Informe acerca de la EPT, los mismos autores del documento se plantean la pregunta ¿Alcanzaremos la meta? A lo que se contestan: “Los datos y elementos de información sobre lo acontecido después del Foro de Dakar muestran claramente

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