domingo, 2 de abril de 2006

Nuevo organismo de derechos humanos

“¿Será posible en el nuevo Consejo aprobara una nueva resolución para exigir cuentas y asumir responsabilidades por las torturas y otras graves violaciones de derechos humanos perpetuados por la ilegal base naval de Estados Unidos en Guantánamo, en la prisión de Abu Ghraib o sobre los vuelos y centros de detención operados por la CIA en Europa?” preguntó el representante de Cuba, Rodrigo Malnierca durante la Asamblea General de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) donde fue aprobado el Consejo de Derechos Humanos que viene a sustituir a la muy cuestionada y criticada Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la misma ONU.
En esta Asamblea General, celebrada el pasado 15 de marzo, Estados Unidos votó en contra al opinar que los criterios para la admisión de los países qie integran el nuevo organismo son demasiado flexibles o generosos. La resolución fue aprobada por el voto de 170 países (entre ellos Cuba y México), cuatro votos en contra (Estados Unidos, Israel, Palau y las Islas Marshall), absteniéndose Venezuela, Bielorrusia e Irán.
La situación de la CDH por el Consejo tiene su antecedente en las fuerzas críticas que su actuación había recibido en los últimos años y que culminaron cuando Kofi Annan, secretario general de la ONU, expresó en su propuesta para reformar el organismo mundial “la Comisión de Derechos Humanos, tal como existe actualmente, tiene unos considerable puntos a favor y antecedentes de los que puede enorgullecerse, pero su capacidad de desempañar sus funciones sea visto superada por nuevas necesidades y debilitada por la politización de sus periodos de sesiones y el carácter selectivo de su labor. Un Nuevo Consejo de Derechos Humanos ayudaría a superar algunos problemas crecientes, tanto de percepción como sustantivos, asociados a la Comisión, lo que permitiría realizar una nueva y profunda evaluación de la eficacia del mecanismo intergubernamental con que cuentan las Naciones Unidas para enfrentar los problemas en la esfera de los derechos humanos”.
En el informe titulado “Un Concepto más Amplio de la Libertad: desarrollo, seguridad y derechos humanos para todos” Kofi Annan manifestó que “para que las Naciones Unidas cumplan las expectativas de los hombres y de las mujeres de todo el mundo y de hecho, para que la organización asigne a la causa de los derechos humanos la misma importancia que a las causas de la seguridad y el desarrollo, los Estados Miembros deberían convenir en reemplazar la Comisión de Derechos Humanos por un Consejo de Derechos Humanos de carácter permanente y composición más reducida. Los Estados Miembros deberían decidir si desean que el Consejo de Derechos Humanos sea un órgano principal de las Naciones Unidas o un órgano subsidiario de la Asamblea General, pero en ambos casos sus miembros serán elegidos por la Asamblea General por el voto de una mayoría de dos tercios de los miembros presentes y votantes. La creación del Consejo situaría a los derechos humanos en una posición de mayor autoridad, acorde con la primacía que se atribuye a los derechos humanos en la Carta de las Naciones Unidas”.
Por su parte Louise Arbour, Alta Comisionada de Derechos Humanos de las ONU, expresó que “la creación del Consejo es la oportunidad histórica para mejorar la protección y la promoción de las libertades fundamentales de los pueblos en el mundo entero”. A lo anterior, se sumaron Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
Una vez aprobada la creación del Nuevo Consejo y que la CDH inició su última sesión el pasado lunes 27 de este mes en Ginebra, conviene recordar que ésta en sus 60 años de existencia tuvo grandes logros a favor de la humanidad: en primer lugar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, oposición al Apartheid en Sudáfrica, el establecimiento de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos y la vigencia de estándares internacionales para la protección de mujeres , niños, desplazados, migrantes, refugiados, etnias y que los gobiernos de los Estados Miembros avanzarán en su estructura institucional para la defensa de los derechos humanos.
En atención a lo interesante del tema, vale la pena recurrir al artículo publicado por Kofi Annan el pasado 11 de marzo “¡Hagamos que este Consejo funcione!” publicado en los principales rotativos del mundo. Para empezar el autor hace una autocrítica fuerte e inusual “La resolución es resultado de una propuesta que yo presenté hace casi un año. En ella reconocí que la Comisión de Derechos Humanos existente había perdido el norte y se había convertido, en buena medida, en un foro utilizado por los infractores de derechos humanos para conspirar y protegerse entre sí, apartándose así de su finalidad inicial como órgano encargado de promover activamente el respeto de los derechos humanos en todo el mundo”.
Más adelante, el autor continúa con su crítica “En vez de atacar algunos países en particular mientras se hacía caso omiso de las vulneraciones de los derechos humanos en otros, el Consejo examinará periódicamente el historial de derechos humanos de todos los países. Su labor estará guiada por los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad y no selectivamente y la resolución subraya la importancia de acabar con los criterios emergentes y la politización”.
También firma que los miembros del Consejo deben ser elegidos “de forma directa y universal en votación secreta por la mayoría de los miembros de la Asamblea General. En otras palabras, a diferencia de la Comisión los países no formarán parte del Consejo por el mero hecho de que no se presente ningún otro candidato de su propia región. Se procederá a votar por separado cada candidatura y no podrá acceder ningún país que no haya recabado el apoyo de 96 países: una mayoría absoluta de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas y no exclusivamente de los presentes que ejerzan el voto. En tal caso, su región deberá proponer otro candidato”.
El secretario general de la ONU concluye su artículo expresando que “Si hay gente suficiente que se interese realmente por los derechos humanos y ponga su empeño en la diplomacia y la persuasión necesarios este Consejo puede representar una mejora espectacular con respecto a la Comisión anterior. Confío realmente en que todos los Estados Miembros, incluso Estados Unidos de América, país que ha desempañado históricamente un papel directivo en la creación y utilización en el mecanismo de derechos humanos de las Naciones Unidas, hagan lo que esté en sus manos para lograr que el nuevo Consejo funcione”.
Lo verdaderamente innovador de este organismo no está en el nombre o en que se integrará con 43 países en vez de 53 como la anterior CDH, sino en lo que Kofi Annan anunció el 7 de abril de 2005 ante la misma Comisión que “el Consejo de Derechos Humanos debería de tener una función definida especialmente para actuar como mecanismo de examen entre los países. Su misión principal sería evaluar el cumplimiento de las obligaciones relacionadas en los derechos humanos por parte de los Estados Miembro. De esta manera se completaría el principio de universalidad e individualidad de los derechos humanos por parte de los Estados Miembros”.
Pero en qué consiste el mecanismo de examen que anunció en esa ocasión el secretario general de la ONU. El mismo funcionario lo expresa de la siguiente manera en una nota explicativa o Adición al informa del que hicimos mención al principio de este artículo:
“El concepto de examen universal es fundamental para el examen entre los países, es decir que el desempeño de todos los Estados Miembros en relación con todos los compromisos en materia de derechos humanos deben estar sujetos a que otros Estados lo evalúen. El examen entre países contribuiría a evitar tanto como fuera posible, la politización y selectividad que caracterizan al sistema actual de la Comisión. Abarcaría todo el espectro de los derechos humanos, es decir, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. El Consejo de Derechos Humanos deberá desarrollar un sistema de examen entre países justo, transparente y factible, en el que examinen a los Estados, aplicando los mismos criterios. Para este sistema justo, habrá de convenir en la calidad y cantidad de la información utilizada como referencia para el examen”. A este respecto, la Oficina del Alto Comisionado podría ser fundamental para reunir dicha información y asegurar que se tenga en cuenta todos los derechos humanos en forma amplia y equilibrada…
”Una vez que entre en funciones el nuevo Consejo de Derechos Humanos, el próximo 16 de junio ¿qué opinarán de todo lo anterior las instancias mexicanas encargadas de la promoción y defensa de los derechos humanos, en las cuales la información y otros aspectos son manejados de acuerdo a intereses políticos, de grupos y personales?

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