lunes, 19 de enero de 2009

IDA RODRÍGUEZ PRAMPOLINI, MEDALLA BELLAS ARTES

Entre los intelectuales y creadores veracruzanos vivos de los que nos podemos enorgullecer los originarios de esta entidad se encuentran, entre otros, Enrique Florescano Mayet, Guillermina Bravo, Jorge López Paéz, Sergio Pitol, Silvia Tomasa Rivera, Nahum Zenil, Gabriel Orozco, Francisco Hernández, Juan Hernández Ramírez e Ida Rodríguez Prampolini.
Originaria del puerto de Veracruz, Ida Rodríguez Prampolini cursó la licenciatura en Historia, la maestría en Historia Universal y el doctorado en Letras con especialidad en Historia en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autonóma de México (UNAM) y realizó cursos posdoctorales en España, Canadá, Italia, Francia, Suiza y Estados Unidos. Se ha dedicado a la docencia, la investigación y la gestoría cultural.
Su trayectoria académica la ha desarrollado principalmente, en la UNAM, donde desde 1954 inició su actividad como docente en la facultad de Filosofía y Letras y desde 1957 es investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE). Fungió como jurado en la IX bienal de San Paulo, Brasil y como presidenta del jurado en la II Bienal de La Habana, Cuba.
Rodríguez Prampolini ha escrito 24 obras sobre teoría del arte y diversos artistas plásticos, entre los que destacan La Atlántida de Platón en los cronistas del siglo XVI (1947, segunda edición 1992); Amadises de América. La hazaña de Indias como empresa caballeresca (1948, segunda edición 1977 y tercera edición 1991); La crítica de Arte en México en el siglo XIX, 1810-1903 (1964, segunda edición 1999); El surrealismo y el arte fantástico de México (1969, segunda edición 1987); El arte contemporáneo, esplendor y agonía (1964); Pedro Fiedeberg (1973); Una decáda de crítica de arte (1974); Herbert Bayer, un concepto total (1975); Dada. Documentos (en colaboración con Rita Eder, 1977); Presentación de seis artistas mexicanos: Gunther Gerzso, Kasuya Sakai, Sebastián, Mathias Goeritz, Vicente Rojo, Manuel Felguérez (1978); Sebastián. Un ensayo sobre arte contemporáneo (1981); Juan O’Gorman. Arquitecto y Pintor (1982); Ensayo sobre Cuevas (1988); Variaciones sobre arte (1992); La memoria recuperada, Julio Galán (1994); El palacio de Sonambulópolis, de Pedro Friedeberg (1999); Luis Nishizawa, naturaleza interior, naturaleza exterior (2000); y, Francisco Zúñiga y el canon de belleza americana (2001).
También, ha sido directora de Artes Plásticas del Consejo Nacional de Cultura y Recreación de los Trabajadores; del Centro de Investigación Artística del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo; consejera cultural de la Embajada de México en Londres; y pertenece al Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.
Ida Rodríguez Prampolini ha recibido diversos reconocimientos y distinciones: es Investigadora Emérita de la UNAM, desde 1988. Recibe el Premio Universidad Nacional en 1991. Le otorgan el Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía 2001 y la medalla Calasanz otorgada por la Universidad Cristobal Colón del Puerto de Veracruz en 2002. Investigadora Emérita del Sistema Nacional de Investigadores, Miembro de Númeo de la Academia Mexicana de la Historia, de la Academia de Artes y de la Unión Académique Internacional de Bruselas, Bélgica. Recibe el grado de Doctora Honoris Causa de la Universidad Veracruzana en 2003.
Además de su propia producción académica relacionada con las artes plásticas, Ida Rodríguez Prampolini se ha distinguido en dos aspectos fundamentales: su postura en torno al compromiso social del artista y su gestión a favor de la cultura en Veracruz.
De su postura en torno al compromiso social del artista sirve como ejemplo lo expresado durante su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Historia correspondiente de la Real de Madrid, en 1989:
Los artistas que no aceptan compromiso alguno siguen produciendo desde su torre de marfil y, con las hábiles armas de la propaganda y la crítica, se han constituído en lo que actualmente el público acepta como representantes del arte del siglo XX. En las últimas decádas la trascendencia de esos artistas quienes desde el siglo XIX se llamaron a sí mismos “puros”, al no querer mezclar su creación con otros compromisos que no fueran los formales, va perdiendo cada vez importancia y se duda sean, en verdad, los representantes del arte de nuestro tiempo.

En la última parte del discurso mencionado, Ida Rodríguez Prampolini manifiesta:

Quisiera, para terminar leerles unas frases de Herbert Marcuse, el filósofo que recogió, entre otras cosas, la disyuntiva planteada por el hombre del siglo pasado.

Abogo –dice Marcuse- por una nueva sensibilidad, una nueva sensitividad que active eso que he llamado dimensión estética en el ser humano y su universo que active la dimensión estética como catalizador del cambio social.

Otro ejemplo del compromiso social de Ida Rodríguez Prampolini es su participación con un relevante grupo de intelectuales y académicos identificados dentro de las fuerzas progresistas de nuestro país, como Héctor Díaz-Polanco, Pablo González Casanova, Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, José María Pérez Gay y otros, en apoyo al Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, que se generó el año anterior con motivo de la llamada Reforma Energética.
En cuanto a su compromiso con la cultura de Veracruz, Ida Rodríguez Prampolini promovió y fundó el Instituto Veracuzano de Cultura (IVEC) en 1987, dirigiéndolo hasta 1992. Durante este periodo inaugura, promueve y funda 57 casas de cultura, once museos, dos escuelas de educación artística y doce archivos históricos.
También, promueve y funda el Consejo Veracruzano de Arte Popular del que es directora de 2000 a 2007. Precisamente, es considerada la especialista en historia e impulsora del arte popular más importante de México, así como ha estudiado el muralismo y es experta en arte contemporáneo mexicano y europeo. También, resalta por sus estudios en torno al surrealismo en México.
Por su amplia trayectoria intelectual y académica, la veracruzana Ida Rodríguez Prampolini recibirá el próximo día 20 la Medalla Bellas Artes en la Ciudad de México, que se le otorga como reconocimiento por sus aportaciones y amplia trayectoria en el ámbito de la cultura mexicana.
Esta presea la han recibido con anterioridad Sergio Pitol, Enriqueta Ochoa, Carlos Monsiváis, Teresa del Conde, Raquel Tibol, etcétera.
La entrega de la Medalla Bellas Artes a la fundadora del IVEC nos hace reflexionar sobre su aportación para la generación de una política pública relativa a la cultura en Veracruz desde hace años, pero también a la situación que presenta en este momento la gestión cultural oficial, en que existe una tensión manifiesta debido al bajo presupuesto asignado, al desarrollo de las manifestaciones culturales alternativas, a los criterios para el otorgamiento de apoyos como becas, estancias, a la realización de actividades efectistas centralizadas en pocas ciudades, etcétera.
Los veracruzanos debemos estar orgullosos, pues otorgarle la Medalla Bellas Artes a Ida Rodríguez Prampolini, ratifica el lugar destacado que siempre ha ocupado en el ámbito cultural de México y, desde luego, en Veracruz.

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