lunes, 20 de octubre de 2008

Dia Internacional para la Erradicación de la Pobreza, Mensaje de Kemal Derviş, Administrador del PNUD

El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza llega este año en un momento particularmente difícil para los pobres del mundo. Si bien todavía no hemos visto el verdadero impacto de la crisis financiera mundial sobre los países en desarrollo, queda claro que, junto con los precios altos y volátiles de alimentos y combustibles, las actuales condiciones económicas del mundo amenazan los avances que se han logrado para reducir la pobreza e impulsar el desarrollo para un número considerable de personas.
El efecto de la crisis financiera puede reducir la demanda de las exportaciones de los países en desarrollo y la disponibilidad de créditos y de inversiones extranjeras directas para financiar proyectos. Los países donantes deben volverse a comprometer a alcanzar las metas de la ayuda al desarrollo, reconociendo que, en este mundo interdependiente en el que nuestros destinos están íntimamente ligados, no se puede aceptar dejar atrás a los más pobres y vulnerables.
Es vital para los países en desarrollo que los gobiernos formulen un conjunto sólido de políticas sociales y económicas que estimulen la inversión productiva pública y privada para mantener un crecimiento inclusivo. Es importante que los gobiernos resistan la presión por reducir los servicios, lo que tendría un impacto especialmente duro en los pobres, y que por el contrario aseguren que haya redes de seguridad social para los más vulnerables. Es especialmente importante asegurar que los agricultores pobres y los pequeños empresarios tengan las protecciones y oportunidades que necesitan para mejorar sus niveles de vida.
En estos tiempos difíciles es, por lo tanto, importante que fortalezcamos las protecciones y que reconozcamos los derechos de los pobres y de los vulnerables. El tema del Día de este año: “Derechos humanos y dignidad para las personas que viven en la pobreza” es, por esa razón, especialmente pertinente. Este año se cumple el 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que nos recuerda que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y que la lucha contra la pobreza no es un acto de caridad sino un asunto de derechos económicos y sociales que toca a todas las personas.
El PNUD apoya el fortalecimiento de la capacidad de los países para encauzar los derechos humanos en los programas y políticas nacionales de desarrollo, centrándose especialmente en los principios de no discriminación y de igualdad. En la práctica, esto quiere decir que el PNUD apoya la creación e implementación de las estrategias nacionales de desarrollo y de reducción de la pobreza que mejoren las oportunidades de los grupos marginados y vulnerables y que apoyen su participación en los procesos de desarrollo.
En este Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, tenemos que renovar nuestros esfuerzos por dar a las personas y grupos más vulnerables la oportunidad de salir de la pobreza y la miseria, en nombre de los derechos humanos para todos.

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