viernes, 4 de abril de 2008

De tribus urbanas y emos

Un tema del que se han ocupado los medios de comunicación de un mes a la fecha aproximadamente, es el relativo a la agresión que los emos han sufrido en diferentes lugares del país, iniciándose en Querétaro y llegando al Distrito Federal, donde por las características de este grupo de jóvenes y de otros ha llamado la atención de padres de familia, maestros, antropólogos, académicos y en general de toda la sociedad.

La agresión que han sufrido los emos resulta digna de considerarse no como un hecho aislado provocado por la rivalidad de diferentes grupos juveniles, sino porque analizado de manera más profunda constituye la expresión de una crisis social que se manifiesta a través de la intolerancia, discriminación, exclusión, rechazo y violencia.

Es precisamente debido a lo que han sufrido los hoy famosos emos, que es necesario repensar algunos aspectos de la sociología y cultura urbanas y de lo que desde el siglo pasado ya se denominó tribus urbanas.

Como se sabe, una tribu urbana está constituida por un grupo o conjunto de jóvenes que se caracterizan por coincidir en algunos elementos que les dan una identidad definida: forma de vestir, hábitos y lugares de reunión comunes, deambular por las ciudades en parejas por lo menos o en un grupo mayor y postular a veces una misma ideología.

Las tribus urbanas están formadas por grupos de jóvenes con intereses comunes y un mismo estilo de vida. Se les considera como expresión de diferentes subculturas de las grandes ciudades y son producto de una percepción de aislamiento individual, lo que da como resultado una pequeña comunidad con una identidad propia, cuya característica principal es la música que prefieren. De esta manera, toda tribu urbana está identificada con determinada música, concretamente con una modalidad del rocanrol o sus últimas variantes, por lo que se generan símbolos identitarios y códigos propios donde influye la ideología y los mismos integrantes de cada tribu. Mucho cuenta también la actitud o “ideología” que asumen, por lo que encontramos tribus urbanas que postulan el pacifismo, la violencia, el aislamiento de otros sectores sociales, la anarquía u otras.

Para algunos teóricos las tribus urbanas no son sino pandillas, bandas o grupos de jóvenes con ciertos hábitos comunes y lugares de reunión exclusivos, lo que les permite la sensación de seguridad y una afectividad de la que carecen en su familia o en su grupo de referencia inmediato. Desde luego no es lo mismo: en las bandas o pandillas, sus integrantes al estar en comunidad con otros similares se sienten con el derecho de transgredir normas jurídicas y sociales, a través de juegos agresivos, consumo de bebidas, galanteo agresivo a damas y escándalos en la vía pública o agravios de algunos valores religiosos o patrióticos.

El complejo entramado social de las metrópolis, junto con las nuevas modalidades de música juvenil también ha ocasionado que surjan las seudo tribus urbanas que son grupos juveniles que en busca de aventuras y de exploración de modas imperantes asumen actitudes y hábitos de las auténticas tribus urbanas. Lo anterior se presenta con los seudo punks, seudo dark y seudo emos.

Para Michel Maffesoli, las tribus urbanas son producto de un neotribalismo emergente, donde los sujetos buscan salir de su individualidad y prefieren vivir su experiencia cotidiana a partir de su integración a un grupo o tribu. También afirma este mismo autor que las tribus urbanas son producto o expresión de una crisis provocada por la modernidad y la globalización y que representan una alternativa cultural o más bien una disidencia cultural provocada por la masificación y la inercia de las urbes modernas. Para el autor de El tiempo de las tribus. El ocaso del individualismo en las sociedades posmodernas las principales características de éstas son cuatro:

a) Cada tribu se integra en una comunidad emocional intensa, aunque a veces efímeras y sujetas a la moda;
b) Oposición de su energía a la pasividad e hiperreceptividad de los individuos que se ubican en la sociedad de masas, generando una fuente de resistencia y prácticas alternativas con una energía subyacente que practica o exige vías de expresión;
c) Una nueva modalidad de sociabilidad, donde lo principal es vivir en y con el grupo, alejándose de lo político y fortaleciendo el sentimiento de la solidaridad al interior del colectivo. Y,
d) Contraposición a la fragmentación y dispersión social que es producto de lo global, a lo cual se contrapone el requerimiento de espacios y tiempos compartidos con una fuerte interactuación, sentimiento de pertenencia y proximidad espacial: festivales, bailes masivos, golpes al bailar y roces al cantonearse.

Como los principales exponentes de las tribus urbanas podemos citar a los brunges, metaleros, hipies, mods, punks o punkies, raperos, rocanroleros, skatos, skins, dark o góticos, rastas o rastafaris, frikiss, emos y una combinación interminable, de acuerdo a las ciudades y al país en que se ubican, además de la situación económica de la familia de origen. Desde luego, las tribus urbanas desde que se conocen como tales, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, han evolucionado y algunas de ellas hoy se ven desfasadas o con una expresión tardía de ciertas circunstancias económicosociales.

Es así, que los emos surgen en la década de los años 80 de la segunda mitad del siglo pasado y su característica principal es su preferencia por la música punk hardcore. El apócope “emo” se deriva de Emotional Hardcore Music, aunque en la actualidad su música es más comercial y su ícono musical es Grenn Dail.

Estos personajes se caracterizan por su peinado engomado que les cubre parte de la cara, tenis Converse, muñequeras, sudaderas con capucha, camisetas generalmente negras y ajustadas, pantalones ajustadísimos, la marca de los calzoncillos expuesta a la vista y piercings. Con estos elementos los emos conforman su estética al igual que otras tribus urbanas, que los caracteriza y distingue y que provoca por un lado admiración y envidia y, por otro, rechazo y exclusión, intolerancia y agravios.
Se dicen de mente inconformista y pesimista y aunque declaran estar en contra de la moda entre los jóvenes de 13 a 18 años ser emo está de moda. Uno de sus principios es que “el emo nace, no se hace”. Aparte de Grenn Dail, los grupos más representativos en estos momentos son My chemical romance, Blink 182, All american reject, Silverstein, Panic! at the disco, etc.

Desde una perspectiva musical, los emos han pasado por diferentes etapas, de tal manera que las bandas emo no se ocupan únicamente de producir música puramente comercial, sino música que exprese "emociones genuinas". Sin embargo, a partir de la presente centuria musicalmente el mismo término se aplica a una nueva generación de bandas alejadas totalmente de la original música emo.

Pero volviendo al comentario inicial en torno al enfrentamiento entre diversas tribus urbanas contra la de los emos, promovida a través de la Internet, volantes y otros mecanismos de comunicación, retomamos lo que expresó Gabriela Rodríguez en su artículo “De emos, cuerpos y símbolos” (La Jornada, 20/III/08) quien expresa “Me parece que se combinan factores económicos e ideológicos, que se trata de reacciones a la exclusión, a la falta de alternativas y a la desigualdad social entre las y los jóvenes de hoy. Es una lucha de clases del grupo de edad de mayor densidad demográfica: una oposición de masas donde de un lado están las elites, las niñas y niños bien, y del otro los excluidos; de un lado los racistas y moralistas, y del otro los rebeldes.

“La falta de respuesta del Estado a las necesidades juveniles convierte la heterodoxia y la actitud antinstitucional en signos de realismo. Hoy la música y las expresiones estéticas ya no son solamente generadoras de identidad juvenil, sino que además están cobrando un sentido de resistencia pacífica y reducto para canalizar la frustración personal. Parece una alternativa a la movilización social cuando hay gran desconfianza y descalificación a los partidos y líderes políticos.”
Podemos concluir que ante los ataques a los emos, inducido o no por diferentes sectores sociales, se tienen que redefinir los conceptos tribus urbanas y subcultura, pues el paradigma de la diversidad cultural, y en este caso, urbana, nos lleva más a pensar en un entramado de culturas urbanas y no de subculturas. Ello además de ignorar comentarios superficiales y ligeros y como consecuencia simplistas y reduccionistas que están apareciendo durante estos días.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que no debería dar tanta importancia a este tipo de acontecimientos, pues aunque inmiscuye a un grupo importante de personas, a mi parecer son individuos que carecen de verdaderos ideales y por consecuencia de importancia.

No estoy en contra de la convivencia entre personas con intereses en común, sea cual fuere dicho interés, aclaro, sin embargo, me molesta saber que algunos adquieran una actitud de holgazanería, que se prohíban trabajar o realizar cualquier actividad productiva, que otros naveguen con bandera de paz, pero son incapaces de manifestarse y organizar verdaderos movimientos en contra de hechos violentos, y así muchos ejemplos más.

Por otro lado, y como algo muy personal, considero a los emos como el neochupacabras que con éxito está distrayendo la atención de la ciudadanía de lo que verdaderamente es importante para el país, como lo es la privatización de PEMEX.

Anónimo dijo...

Para todos aquellos, que aun piensan sobre la real existencia de los góticos, darks y punks en xalapa, Aquí les mando una serie de fotos de la 3er Expo Dark, evento anual que busca ser un espacio de accion e intercambio dela produccion cultural del Undergroun en Xalapa.
Fotos 3er Expo Dark 2008

http://s136.photobucket.com/albums/q200/kuuyjp/3er%20Expo%20Dark%20Xalapa/?start=0


http://www.flickr.com/photos/28333149@N00/sets/72157607124200226/


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